domingo, 26 de octubre de 2008

"REPATRIACION DE LOS RESTOS DEL BRIG. GRAL. JUAN MANUEL DE ROSAS"



Repatriación de los restos del Brig Gral don Juan Manuel de ROSAS .-
( 30 Set 1989 )


Juan Manuel José Domingo Ortiz de Rozas y Lopez de Osornio, nació en la calle Cuyo 94 (después Santa Lucia y hoy Sarmiento) en la medianoche del 30 de marzo de 1793, en la ciudad de Buenos Aires.

Su padre León Ortiz de Rozas, había llegado a Capitán del Regimiento Fijo de Buenos Aires. En 1790 don León contrajo matrimonio con Agustina López de Osornio, cuyos ascendientes se afincaron en Buenos Aires desde el siglo XVIII.

Don Juan Manuel contrajo matrimonio con Encarnación Ezcurra y después de la muerte del Gral Manuel Belgrano y de su mujer María José Ezcurra, se hizo cargo del hijo de ambos, adoptándolo como hijo propio a don Pedro Rosas y Belgrano junto a sus hijos Juan y Manuelita.

Fue un gobernante brillante y polémico para su época. Enfrentó situaciones muy especiales, y tuvo que gobernar en circunstancias extraordinarias. El pueblo confiaba en él, sabiendo de su pasión por el orden y la justicia, de su probada honradez y habilidad política.-

La asunción de Rosas al poder fue recibida con general beneplácito: la gente humilde, los peones, mulatos y orilleros, lo idolatraban considerándolo su defensor contra los abusos de los comerciantes y hacendados.

Durante sus mandatos tuvo que enfrentar siete conflictos bélicos: dos con Francia, uno con Inglaterra, otro con la Confederación Peruano-Boliviana, otro permanente con la Banda Oriental (ya independizada), dos con Brasil (Caseros fue parte de la guerra con el Imperio brasileño).

Rosas mantuvo una gran sensibilidad y asistencia social con los indígenas y los negros, que por entonces en gran cantidad habitaban en la zona bonaerense, no discriminando a ninguno de ellos. Los autorizaba a integrarse en las poblaciones y a la vida diaria en la Confederación.

Defendió el territorio nacional y la Soberanía Nacional enfrentando a las máximas potencias del mundo. San Martín le legó su sable corvo “Como prueba de su satisfacción por la firmeza con que sostuvo el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”.

Juan Manuel de Rosas, fue derrotado en Caseros el 3 de febrero de 1852 por el Ejército Imperial del Brasil, el Uruguay y las fuerzas del Ejército Grande del Gral Urquiza. Rosas renuncia a su cargo y partió al exilio en Southampton (Inglaterra),

Rosas llega a Inglaterra, donde es recibido con honores de Jefe de Estado. En Shouthampton compra una pequeña propiedad, a la que con trabajo y paciencia convierte en típica estancia criolla, allí trabaja rudamente para subsistir, mientras sigue con interés los acontecimientos de su Patria.

En la mañana del 14 de marzo de 1877, muere el Brig Gral Don Juan Manuel de Rosas, víctima de un agudo proceso pulmonar, solamente asistido por su médico y su adorada hija Manuelita y su yerno, el féretro cubierto con un manto negro y una larga cruz blanca, es colocado en el carruaje fúnebre, tirado por cuatro caballos cubiertos de terciopelo negro, y lleva como trofeo el sable corvo que acompañara en todas sus campañas al Libertador José de San Martín. Alejado de toda actividad
política, fallece a los 84 años de edad, en su casa de campo en Southampton. Siendo enterrado en el cementerio católico de esa ciudad.

Así terminó su vida el gran calumniado, el Restaurador de las Leyes, el gobernante que tuvo la virtud que nadie pudo ni podrá desconocer, la del entrañable amor por su patria.

“y al terminar su vida pública, sea colmado del justo reconocimiento de todo argentino, son los votos que hace y hará siempre a favor de Ud. este apasionado amigo y compatriota. JOSÉ de SAN MARTÍN” .-



La Repatriación de sus restos:


En su testamento, Rosas manifiesta la voluntad de ser inhumado en el cementerio católico de Souhtampton, en una sepultura moderada, sin lujo de clase alguna, pero sólida, segura y decente, “hasta que en mi Patria se reconozca y acuerde, por el Gobierno, la justicia debida a mis servicios”. Recién entonces será repatriado y colocado en una sepultura de las condiciones expuestas.

En el año 1938 se organiza en el restaurante “Edelweiss” de la Capital Federal el “Instituto Juan Manuel de Rosas” con la presencia del General Iturbide, el historiador Irazusta, José María Rosa y Manuel de Anchorena entre otros, y con la misión de organizar la repatriación de los restos de Brig Gral Juan Manuel de Rosas.

Le cupo a don Manuel de Anchorena, descendiente de los Ortiz de Rosas, con militancia desde su juventud en el nacionalismo y el peronismo, organizar la repatriación como una necesidad imperativa, un justo desagravio y una reparación histórica.

Durante los años 1974 al 1976, se desempeñó como embajador de la República ante Gran Bretaña designado por el entonces presidente General Juan Domingo Perón y con la orden expresa del mismo Perón de iniciar los trámites de la repatriación. Batalló para que los despojos del Restaurador de las Leyes, luego de tantos años de exilio retornaran a la Patria. No fue el gobierno inglés el que obstaculizara el retorno entonces, sino sectarios intereses de argentinos, algunos ellos del propio poder político gobernante por aquellos años.

En el año 1989, luego de asumir el nuevo gobierno justicialista del Dr Carlos Saúl Menen y tomada la decisión política de concretar la gesta añorada por muchas generaciones de argentinos, su excelencia el embajador Manuel de Anchorena integró desde el inicio la Junta Ejecutiva de Repatriación de los restos mortales de Rosas, y que llevaría a cabo el histórico acontecimiento. También el “Instituto Juan Manuel de Rosas” fue Nacionalizado y pasó a depender de la Secretaría de Cultura de la Nación.

Los Restos de don Juan Manuel de Rosas , defensor de la Soberanía Nacional, que gobernara los destinos de nuestra Patria, la entonces Confederación Argentina durante dos administraciones en 1829 al 1832 y en 1835 al 1852, pudieron retornar al país en medio de magníficas expresiones populares.-

El 30 de setiembre de 1989, luego de 137 años de exilio, llegaron al país sus despojos mortales. Todas las agrupaciones de gauchos y de criollos, agrupados en los Centros Tradicionalistas, concurrieron de todos los rincones del país y de la hermana Uruguay.

El pueblo reunido en las calles, desde el Puerto de Buenos Aires, en sus avenidas, en la recorrida por la Plaza de Mayo, y hasta su tumba definitiva rindió el postrer homenaje a aquel que en vida fuera el Señor de la Pampa.

Hombre de criollas costumbres Manuel de Anchorena encabezó la marcha de 5.000 paisanos, que desde el Puerto acompañaron los restos de Rosas, que con gran ceremonia fue llevado al Cementerio de La Recoleta de la ciudad de Buenos Aires, donde tras una misa de cuerpo presente a cargo del Padre Alberto Ezcurra, descendiente familiar directo, fue llevado a la Bóveda de su familia donde por fin descansa en paz entre los argentinos.

(*) Periodista e Investigadora. Presidente del “Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas”,de la Provincia de Buenos Aires. Representante de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación ante la Comisión creada por el Ministerio de Defensa para el Proyecto de Reconstrucción de Vuelta de Obligado, resolución 1436 del año 2002.-

1 comentario:

Alberto Quiroga dijo...

Los restos de Rosas llegan a Rosario en un avión de la Fuerza Aéres, para dar tiempo a preparar todo y quizás también un poco de miedo a que se ocacione algún problema, luego son trasladados a Buenos Aires en barco y se produce los homenajes, pensaba encontrar en una página oficial la nota como realmente fue y no que mi memoria sea la rectora de un hecho histórico